Cómo sobrevivir al duelo de una amistad o un amor

Lo que nadie te cuenta sobre dejar ir.

Creemos que los duelos siempre llegan tras una pérdida irreversible.

Un adiós definitivo.

Un momento dramático que parte la vida en dos.

Pero a veces, el duelo se cuela sin hacer ruido.

Cuando un amor se termina sin una pelea final. Cuando una amistad se enfría sin drama, solo con silencios cada vez más largos. Cuando las personas que estuvieron en todo de repente ya no están.

Y aunque técnicamente no ha pasado “nada”, tú sientes que se ha perdido todo.

Porque a veces no hace falta una ruptura explícita para que el corazón se rompa. Y nadie te prepara para esa clase de pérdidas: las que no tienen nombre, ni cierre, ni explicación.

★ Las pérdidas que no tienen rituales

Cuando se muere una relación, no hay funerales ni flores ni semanas de luto. Solo hay silencios. Mensajes no contestados. Excusas que se repiten. Frases como creo que ya no conectamos igual o necesito tiempo para mí.

El duelo de una amistad o de un amor es invisible. Nadie te manda un lo siento por tu pérdida. Nadie te pregunta si estás bien tres semanas después. Nadie te trae helado. A veces, ni tú misma te permites llorarlo.

Pero sí, se llora. Se llora mucho. Porque perdiste una parte de ti que solo existía con esa persona. Porque esa versión de ti: la que confiaba, la que se sentía elegida, la que compartía todo… ya no tiene dónde vivir.

★ El problema de no tener cierre

A veces no hay pelea. No hay gritos. Solo distancia. Desapariciones lentas. Ghostings silenciosos. Personas que dejaron de estar sin decir que se iban.

Y eso duele el doble. Porque no puedes ponerle un punto final. Te quedas atrapada en los puntos suspensivos: ¿Y si vuelvo a escribirle? ¿Y si lo intentamos otra vez? ¿Y si solo fue una mala racha?

Porque si todas tus preguntas empiezan por un ¿y si…?, es hora de aceptar que no va a volver.

★ Duelo versión 20s

Superar una pérdida emocional a los veinte no es como nos lo han pintado. No hay un botón de next. No hay manual. Y tampoco ayuda que en redes todo el mundo parezca tener a su soulmate y a su bestie perfecta.

A veces toca estar sola. Volver a descubrir quién eres sin esa persona. Y no porque quieras, sino porque no te queda otra. Reaprender a pasar un sábado sin sus llamadas, sin su voz diciéndote ¿qué plan hay hoy? A escribirle a otra amiga cuando necesitas llorar. A mirarte al espejo y reconocer a la nueva tú: un poco más rota, sí, pero también más real.

★ Cómo se supera (aunque sea a ratitos)

• Llora. Llorar no es debilidad, es limpieza emocional. Llora con una canción de Gracie Abrams, con una peli de adolescentes o en medio de una llamada a tu madre. Llora porque te lo mereces.

• Habla de ello. Aunque sientas que aburres. Aunque creas que exageras. Nómbralo. Dale forma. Que no se quede estancado. (Esto nos lo enseñó muy bien nuestra mami Carrie).

• Reescribe tu rutina. Si el domingo era su día, invéntate uno nuevo. Si ese café te recuerda a un ex, cambia de ruta. Dale un nuevo significado a tu vida.

• Deja de idealizar. No te aferres a la versión de esa persona que solo existía en tu cabeza. No ignores las señales. No te castigues por haber confiado.

• Permítete evolucionar. El duelo no se supera de golpe. Se sobrevive de a poquitos. Con recaídas. Con días de ya estoy bien y otros de vuelvo a estar hecha polvo.

★ No, no estás sola

Puede que hoy te sientas incompleta, pero no estás rota. Solo estás en transición. Y lo que viene después, aunque ahora no lo creas, puede ser más bonito que lo que perdiste.

A veces perder a alguien es lo que necesitabas para encontrarte a ti. Para volver a ti con más fuerza. Para descubrir que tú también puedes ser tu mejor amiga, tu amor más sano, tu compañía más estable.

Porque te aseguro que el duelo se pasa. Y tú también vas a pasarlo. Aunque duela. Aunque tardes. Aunque a veces sientas que retrocedes. Vas a estar bien.

Un día cualquiera, sin buscarlo, te reirás de algo estúpido, no pensarás en escribirle... y te darás cuenta de que has vuelto.

En mis 20s x