El verano que no subiste a Instagram
Aprender a vivir un verano tranquilo cuando las redes y el mundo parecen pedirte ser siempre la mejor versión.
Llegó el verano y, con él, esa voz en la cabeza que parece gritar: ¿Dónde están tus fotos de fiesta? ¿Por qué no has viajado todavía? ¿No deberías estar haciendo cosas todo el rato?
Este año, he visto más summer moodboards que nunca. Gente en Formentera, gente en la costa, gente viviendo un main character summer. Y mientras tanto, yo, pensando en si me echaré bien la crema para tomar el sol en el balcón o si me voy a derretir en el sofá.
Si sientes que este verano no estás brillando tanto como Instagram dice que deberías, bienvenida al club.
Porque está genial salir por ahí y viajar, pero no pasa absolutamente nada si quieres quedarte sola en casa en pijama, sin hacer nada, con el ventilador al máximo.
No tienes que estar al 100% todo el rato. No tienes que tener mil planes ni ser la más divertida de la terraza.
Y eso no significa que seas menos valiosa, menos interesante o que estés perdiendo el tiempo.
★ El mito del verano perfecto
El verano viene con su propia narrativa social: días eternos llenos de planes perfectos, viajes exóticos, fiestas sin fin y cuerpos bronceados. En redes sociales parece que todo el mundo está viviendo su mejor versión con filtro y sol. Pero esa es solo la cara que queremos mostrar.
Para muchas, la realidad es diferente. Quizá no hay viajes porque el presupuesto es justo, o porque prefieres quedarte en casa. Quizá prefieres esas tardes lentas, con libros, música o series tontas. O simplemente te apetece silencio y desconexión.
Y eso está perfecto. No tienes que ajustarte a ese ideal de verano a lo Pinterest para disfrutarlo o para sentir que lo estás viviendo bien. Porque un verano perfecto es el que te hace sentir en paz contigo misma, aunque no salga en ninguna foto viral.
★ El descanso es un acto de rebeldía
En una sociedad que valora el estar siempre activo, productivo y social, parar puede parecer casi un pecado.
Pero descansar es un acto de amor propio y una forma radical de rebelarte contra ese ritmo loco que nos agota.
Cuando decides bajarte del tren de hacer más, ser más, vivir más rápido, estás cuidando tu cuerpo y tu mente. Y créeme, en tus 20s esto es fundamental.
Darte permiso para no hacer nada, para decir hoy no puedo o solo quiero estar tranquila es quitarte un peso que probablemente ni sabías que llevabas.
★ Navegar redes sin compararte ni agotarte
Las redes sociales tienen un lado oscuro que a veces olvidamos: son vitrinas de momentos seleccionados y editados. Es fácil caer en la trampa de compararte con las vidas perfectas que ves y sentir que tú no estás a la altura.
Pero, como siempre digo, ese montón de fotos y stories solo muestra una parte. Lo que no ves son las dudas, los días malos, las peleas, el cansancio.
Si sientes que navegar por Instagram o TikTok te está haciendo sentir peor contigo misma, está bien poner límites. Desconectar unas horas, silenciar cuentas o simplemente respirar hondo y recordarte que tú vales más que cualquier like.
★ Crea tu propio verano, a tu ritmo
No hay un manual que diga cómo tiene que ser tu verano, aunque las presiones te digan lo contrario.
¿Quieres un verano de planes y aventuras? Genial.
¿Quieres un verano de pijamas y tardes de sofá? También está perfecto.
¿Quieres un verano lleno de descubrir nuevos hobbies? ¡Increíble! Yo estoy aprendiendo a bordar con cuentas, a dibujar y a preparar batidos a lo Hailey Bieber.
Lo importante es que escuches tus deseos reales, y no lo que deberías querer por presión social, por las expectativas de otros o por ese constante ruido de hay que aprovechar el verano.
Crear tu propio verano significa darle espacio a tus ganas, a tus límites, a tus ritmos.
★ Tu cuerpo y mente te lo agradecerán
Si algo me ha enseñado esta etapa es que tu cuerpo y mente son el equipo más importante que tienes.
Si los cuidas, te responden bien.
Si los ignoras, acaban mandando señales que no puedes evitar.
Yo este verano estoy teniendo días de no querer ni hablar con nadie, y otros de sentirme con ganas de comerme el mundo. Y estoy aprendiendo que ambos días cuentan. Que ambos son verano.
En verano, cuando bajamos el ritmo, nuestro cuerpo y mente tienen la oportunidad de recargarse. Y aunque a veces sentirás culpa por no estar a tope, recuerda que estás invirtiendo en tu bienestar a largo plazo.
Septiembre llegará, y querrás estar lista para lo que venga, no agotada y sin energía.
★ Mini ritual para un verano sin filtro
Apaga el móvil una hora al día y dedica ese tiempo a algo que te guste, sin presión ni objetivos: leer, escuchar música, pintar, simplemente estar.
Anota cada día tres pequeñas cosas que te hayan hecho sentir bien, incluso si son simples: el olor del café, el sol en la piel, el capítulo de un libro.
Recuérdate que mereces amor y cuidado tal y como eres, sin filtros.
No tienes que estar on fire para merecer un verano bueno.
Yo también estoy aprendiendo a no exigirme estar radiante todo el rato. Este verano no me pienso obligar a ser la más divertida ni la más productiva. Solo quiero ser yo.
Porque, a veces, lo más valioso es simplemente estar. En pausa, en silencio, en tu propio ritmo.
Cuánta verdad junta! Tengo, desde siempre, la sensación de que el verano es esa época en la que cuando te preguntan "¿qué planes tienes?", debes tener una lista sin fin de viajes, planes, escapadas, conciertos... A veces incluso me he sentido "menos" por estar la mitad de agosto en Madrid debido a las caras de incredulidad de la gente que me rodea cuando les contaba que me iba a quedar aquí.
Me alegra saber que no estoy sola en este sentimiento, pero creo que los años y la práctica hacen mucho. Ahora ese tiempo que paso en Madrid en agosto me encanta. Me gusta poder comer en los restaurantes que suelen tener semanas de listas de espera o poder aparcar en la puerta de cualquier tienda sin dar mil vueltas antes.
Gracias por darnos perspectiva y recordarnos que todas las formas de vivir y disfrutar son válidas ✨
Pues yo no había visto nada en Instagram pero si me siento decepcionada porque no hago nada literalmente simplemente estoy en mi casa y me hacía pensar que estaba mal pero mejor empecé a tener hobbies como ir a caminar por las tardes y andar en bicicleta que me hacen sentir más relajada.