¿Leer romántica no es leer?
O cómo ser lectora y que aún así te hagan sentir que no es suficiente.
Tenía 13 años cuando descubrí a Blue Jeans. Me pasé un verano entero leyendo la saga de ¡Buenos días, princesa! Llorando en la piscina, como si esos personajes fuesen mis amigos de toda la vida.
Desde entonces he leído a María Martínez, Ali Hazelwood, Elísabet Benavent, Alice Kellen… y todas esas autoras que me han acompañado en cada etapa emocional de mi adolescencia y de mis 20s: rupturas, ilusiones, obsesiones no correspondidas, e incluso ese momento en el que te enamoras de ti misma después de tanto caos.
Pero hay algo que no cambia, por más años que pasen o libros que leas: la sensación de que leer romántica no vale tanto como leer otra cosa.
★ La “pregunta inocente”
Y es que cuando dices que te gusta leer, siempre viene después la siguiente pregunta: ¿pero qué tipo de libros lees?
Tú tan feliz, respondes: novela romántica.
Y de repente, aparece un silencio incómodo.
Como si leer sobre el amor, los vínculos, el deseo o la pasión (eso que forma parte de la vida cotidiana de todos) fuese menos válido que leerse 800 páginas de un clásico ruso que apenas entiendes.
Como si tu carnet de lectora tuviese asteriscos.
Como si emocionarte con una historia de amor fuese un signo de ingenuidad o inmadurez.
Y estoy HARTA, de esta idea.
★ El juicio invisible (y perfectamente estructurado)
Lo que leemos, especialmente las mujeres, no es solo una elección personal, sino también un motivo de evaluación constante. Si lees a Elle Kennedy o a Emily Henry, si te emocionas con Los Bridgerton o con fanfics de Wattpad, siempre habrá alguien que diga que eso no es literatura de verdad.
Pero, ¿por qué?
Porque la cultura ha decidido que lo que nos gusta es superficial. Que si lees sobre emociones, relaciones o finales felices, no sirve. Pero si lees sobre guerras, distopías o tragedias, entonces sí: eres una lectora seria, una lectora real.
¿Te gusta el romance? Cringe.
¿Te emocionas con historias soft? Cliché.
¿Lees libros escritos por mujeres y para mujeres? Entretenimiento barato.
Y no. No lo es.
Y me gustaría callarle la boca a toda esa gente afirmando que: todo lo que lees, es leer.
★ El machismo también se disfraza de “buen gusto”
Este desprecio hacia las novelas románticas no es solo elitismo literario. Es, muchas veces, machismo disfrazado de criterio cultural.
Porque la mayoría de autoras, lectoras y protagonistas del género romántico son mujeres, y eso molesta. Porque lo que se considera “valioso” en la literatura ha sido históricamente escrito, validado y canonizado por hombres. Y por ello, la romántica no es “intelectual”, ni “universal”, ni “profunda”.
Y aún así, seguimos teniendo que justificarnos. Como si amar el amor fuese un signo de ingenuidad. Como si emocionarte con una historia no fuese un acto profundamente humano.
★ Leer por placer también es leer
No quiero escuchar más que leer tiene que ser un reto intelectual.
A veces leemos para sentirnos comprendidas, para escapar un rato, para conectar con algo que nos remueve por dentro. Y eso es tan válido como estudiar filosofía o meterte en una novela histórica de 700 páginas.
Porque leer no es solo acumular libros densos en una estantería bonita. Es hacer un hueco en tu día para sumergirte en otra historia. Y si esa historia tiene besos, malentendidos, corazones rotos y reconciliaciones, ¿qué problema hay?
★ La doble moral de lo que “vale la pena”
Lo más irónico es que muchas de estas novelas que se miran con superioridad nos han enseñado más sobre el amor propio, los límites, el deseo, la amistad y el duelo que cualquier ensayo académico.
El problema no es lo que leemos. Es que nos hacen creer que tenemos que justificarlo (vamos, mansplaining literario en todo su esplendor).
Y no. No tienes que explicar nada. Si a ti te remueve, te entretiene, te calma o te motiva… entonces ya vale la pena.
★ Si te juzgan por lo que lees… diles que al menos tú sientes algo
Y si necesitas un recordatorio de que leer romántica también es explorar la complejidad humana, aquí van algunas historias que me han roto y recompuesto el corazón más de una vez:
Los siete maridos de Evelyn Hugo.
Tú y yo, invencibles, de Alice Kellen.
Cuando no queden más estrellas que contar, de María Martínez.
La saga Kiss Me de Elle Kennedy.
Un cuento perfecto, de Elísabet Benavent.
Estas novelas no solo me han acompañado: me han escuchado cuando ni yo sabía lo que sentía.
⋆ Extra ⋆ Todo comenzó en esa estación, de Ausi Martínez. Lo escribí hace unos años, sin saber que también se convertiría en uno de esos libros que me salvaron cuando más lo necesitaba.
★ NO necesitas permiso para ser lectora
Por si no ha quedado claro: leer es leer. Punto.
No importa si es Jane Austen, ACOTAR o el último enemies to lovers que has devorado en tres noches.
No necesitas demostrar nada.
Porque si te gusta leer, ya eres lectora.
Y si alguien necesita darte lecciones sobre lo que “vale” y lo que no…
Que se busque otro hobbie que criticar.
llevo en la comunidad lectora de instagram y twitter desde pandemia, comencé a consumir libros desde que estaba en primaria y el único género que he leído es el romance, hasta hace poco los prejuicios contra las lectoras (no es sorpresa que venga mayormente de hombres adultos) se ha hecho cada vez más notable y verdaderamente me da rabia cada vez que nos ridiculizan por el género que vemos, leemos y escuchamos, porque todo esto tiene un trasfondo machista y la conclusión es la siguiente: todo lo que tenga como público objetivo a la mujer va a ser ridiculizado SIEMPRE. pero comparto el mismo pensamiento que tú: no necesitamos justificar lo que leemos o consumimos ante los prejuicios, mientras nos nutra el alma (nos haga feliz) hay que hacer oído sordos a las críticas 💗
Tenía este sentimiento arraigado y necesitaba leer esto, yo también leo romántica y desde hace poco dark romance. Siempre he tenido ese sentimiento que dices y sobretodo un poco de vergu por "no estar a la altura" de lo que pensaba que leen los demás. Como si esto fuera menos o no fuera leer. Como también leo mucho sobre psicología o marketing, siempre nombraba esos, sonaban más "guays", aunque lo que de verdad disfruto son los otros. Otra vez mez, lo que piensan los demás de mi, jodiendomeeee! Gracias bestie, este si que lo necesitaba ✨