Querer abarcarlo todo y no encajar en nada
La paradoja de los 20s: ser muchas cosas sin sentirte suficiente en ninguna.
Si hay algo que define esta etapa de los 20s es ese deseo constante de probarlo todo. De lanzarnos a mil proyectos, hobbies, pasiones y sueños, como si el universo entero fuera un buffet libre y nosotras estuviéramos hambrientas. Queremos escribir, viajar, aprender idiomas, emprender, pintar, cuidar nuestro cuerpo, sacar tiempo para ver series, hacer voluntariado y, claro, también descansar (aunque eso parezca la tarea más complicada).
Pero, ¿qué pasa cuando ese deseo de hacerlo todo se convierte en una trampa invisible? Cuando, en vez de sentirnos plenas, terminamos sintiendo que no encajamos en ningún lado. Que no somos expertas en nada. Que a lo mejor nos falta talento, o disciplina, o simplemente ese algo que hace que los demás nos digan: Wow, tú sí que sabes lo que quieres y se te da genial.
La realidad, amiga, es que esta sensación es la nueva normalidad. Y todas estamos pasando por ella.
★ La generación de: lo quiero todo
Desde pequeñas, Barbie nos vendió que podíamos ser lo que quisiéramos. Que el mundo estaba abierto para nosotras y que sólo teníamos que elegir una cosa y darle con todo. Pero la verdad es otra: no hay manual para esta etapa. No hay un camino único ni una fórmula secreta para que te salga bien la vida a los 20.
Queremos demasiadas cosas porque somos complejas, porque vivimos en un mundo que nos invita a consumir experiencias y crecer en mil direcciones al mismo tiempo. Pero ahí está el problema: querer hacerlo todo no significa que puedas hacerlo todo bien. Y eso puede acabar convirtiéndose en un bucle agotador.
★ El precio invisible de querer abarcarlo todo
¿Has sentido que abres mil pestañas en el navegador de tu vida y ninguna termina de cargar? ¿Que cada vez que empiezas algo nuevo, un mensaje interno te dice no vas a ser buena en esto?
Ese es el ruido del síndrome del impostor, la comparación constante y, sobre todo, la autoexigencia brutal que nos ponemos.
Nos apuntamos a cursos, hacemos pruebas, intentamos ser superwoman y al final nos quedamos con esa sensación de no soy suficiente. No somos las mejores pintando, no escribimos tan bien como nos gustaría, no tenemos el cuerpo “perfecto”, ni somos las amigas “perfectas”. La verdad es que nadie lo es. Pero cuando a ti te pasa, se siente como un fracaso personal.
★ El mito de tener que elegir para siempre
Una de las peores presiones que cargamos es esa idea de que tenemos que elegir YA nuestro camino y atarnos a él para siempre. Que si decides estudiar una cosa, abandonar otra o probar algo distinto, estás fallando.
Pero los 20s son para explorar, para equivocarte, para no tener ni idea. Es perfectamente válido no tener un plan sólido y cambiar de opinión mil veces.
La paradoja es que, cuando queremos abarcarlo todo, a veces no encajamos en ningún molde. Y eso está bien. Porque quizá la vida no es cuestión de encajar, sino de crear tu propio hueco, uno que sea tan complejo y cambiante como tú.
★ Cómo sobrevivir a esta paradoja sin perder la cabeza
Acepta que no tienes que ser experta en nada. Que te guste algo no implica que debas ser la mejor. Puedes disfrutar sin presión.
Pon límites. Si quieres abarcarlo todo, al menos establece qué vas a hacer con el tiempo y qué vas a dejar para más adelante (o para nunca).
No te compares. Las redes sociales nos muestran solo los éxitos, nunca las dudas ni las horas muertas. Cada quien tiene su ritmo.
Permítete cambiar. Hoy te gusta una cosa, mañana otra. Eso no es inconstancia, es evolución.
Cuida tu diálogo interno. Habla contigo como hablarías con tu mejor amiga, no como tu peor enemiga. (De hecho, si necesitas ayuda con saber cómo hablarte, te dejo este post que escribí:
★ No estás perdida, solo estás en construcción
La verdad incómoda que nadie te dice es que no hay un yo fijo que debas descubrir a los 20. Somos un collage de gustos, ideas, contradicciones y sueños que van mutando con cada experiencia. No es que no encajes, es que todavía no has terminado de diseñar tu versión más auténtica.
Así que, aquí va mi último consejo, y seguramente el más importante. La próxima vez que sientas que no eres suficiente, recuerda que querer abarcarlo todo no es un defecto, sino un reflejo de tu curiosidad y ganas de vivir. Y en ese caos, en esa mezcla de pasión y confusión, estás haciendo justo lo que debes hacer: crear tu camino a tu manera.
Gracias por este texto. Es tan cierto, me siento completamente así queriendo hacer de todo, probar de todo, sintiendo que no habrá tiempo si no lo hago ahora. Súmale esa curiosidad y sentido de urgencia el ser mamá (tengo 23 y una hija de 1 año) se me mezclo el auto descubrimiento de los 20 y la muerte de quien solía ser antes de ser madre. Es tremendo. Es un abrazo al cora saber que no soy la única que se siente asi
Muchas gracias me ha ayudado mucho ❤️ no es fácil manejar los 20 con tantos estímulos y mil posibilidades