¿Y si ya no somos las mismas amigas?
Crecer también es aprender a sostener (o soltar) ciertos lazos.
En los 20s todo cambia tan rápido que a veces ni nos damos cuenta de lo que estamos dejando atrás. De repente, llega el día en el que en un abrir y cerrar de ojos nuestro grupo de amigas ya no se siente como antes y no podemos hacer nada para volver hacia atrás.
Una se muda, otra está en una relación que la absorbe, otra empieza un trabajo que no le da tregua, y nosotras… nosotras estamos en ese punto raro entre querer que todo siga igual y entender que ya no lo es.
Y no lo digo con drama o como si fuera el fin del mundo. Lo digo con ese nudo suave en el pecho que aparece cuando ves que hay amigas que siguen ahí, pero ya no son tan cercanas.
★ El duelo silencioso de una amistad que cambia
Hay amistades que duran para siempre, sí. Pero también existen otras que fueron eternas en su momento y, aunque no perduren en el tiempo, eso no las hace menos valiosas.
Y nadie te prepara para el duelo de una amistad que ya no encaja. Nos hablan mucho de rupturas amorosas, pero poco del silencio incómodo que queda cuando tú y tu mejor amiga ya no tenéis tanto que contaros. O cuando forzáis un café y se nota que ambas estáis más en lo que fue que en lo que es.
Y duele. Aunque no haya discusión, ni gritos, ni finales definidos. Porque las amistades cuando se enfrían no hacen ruido. Solo dejan un eco raro que cuesta de aceptar.
★ El cariño no se da por hecho
En mis 20s he aprendido que mantener una amistad requiere algo más que recuerdos. Requiere presencia. Honestidad. Y sobre todo, cariño del bueno. De ese que no compite, que no juzga, que no te hace sentir que estás pidiendo demasiado por querer un poco de atención.
También he aprendido a aceptar que hay amigas que ya no volverán a ser lo que fueron, y no pasa nada. No todas las relaciones tienen que durar para siempre para haber sido bonitas. Debemos tener en cuenta que a medida que crecemos, cambiamos, por lo que es completamente normal que quizá ya no encajemos con quien solíamos hacerlo.
★ Las que se quedan, hay que cuidarlas
Y al mismo tiempo, he aprendido a cuidar más las que sí siguen. A decir te quiero, a enviar un audio de cinco minutos para ponernos al día, a proponer un plan aunque todas estemos ocupadas y a buscar actividades divertidas para salir de la rutina de la semana. Porque ser adulta también es darte cuenta de que las amistades no sobreviven solo por inercia. Hay que regarlas.
★ Soltar, quedarse… o simplemente aceptar
Así que si estás en ese punto en el que sientes que tus vínculos se están moviendo… respira. No estás sola. A veces, dejar ir es un acto de amor. Y otras, quedarse,
también lo es.
Lo importante, al final, es rodearte de personas con las que puedas ser tú. Con las que puedas llorar en pijama o celebrar con copas. Con las que, aunque el tiempo pase, el cariño no se desgaste.
Porque en esta montaña rusa que son los 20s, las amigas no son solo parte del viaje. A veces, son lo único que lo hace más bonito.
solo me queda decir, wow. Este post es justamente como me siento en este preciso momento ya que siento que todas mis amistades se están enfriando ya que muchas veces no conectamos y salimos en conflicto y como decís, lo más importante es tener personas con las que puedas ser tu🩶
Esto era justo lo que necesitaba leer, llevo tiempo qie siento que tengo amistades de años pero con la que ya no encajo, y me sentía fatal pensando que se van a romper, pero ahora me he dado cuenta que las cosas hay que disfrutarlas el tiempo que duren